-Más de 500 aficionados se dan cita al nuevo recinto del pancracio regiomontano para gozar de 4 atractivos duelos en beneficio del club de fútbol americano Potros la noche del jueves 19 de noviembre.
Por: Raúl Emigdio Guevara Ortiz.- Nuevamente la magia de la lucha libre envolvió a los regiomontanos la noche de este jueves 19 de noviembre en el nuevo recinto del pancracio profesional, la Liga de Fútbol Rápido convertida ahora también en Arena Casa Bella, donde más de 500 espectadores se congregaron para presenciar la gran función prepara en beneficio del Club de Fútbol Americano Infantil, Potros de la Anáhuac.
Pasaron solo cerca de 3 meses de cuando el giro de la pelota caliente que había prevalecido durante 20 años en el sector nicolaíta había cambiado provisionalmente para dar cabida a un nuevo espectáculo deportivo profesional con grandes resultados, para que una vez más los promotores apostarán por una espectacular función que superó un poco más la etapa de inicio donde asistieron poco más 400 espectadores, pero que la noche del jueves casi alcanzó a los 600 amantes de las llaves y candados que salieron muy satisfechos del evento.
La gala deportiva dio inicio cuando apenas habían transcurrido 30 minutos posteriores a las 20:00 horas cuando hicieron su arribo al cuadrilátero la tercia de los técnicos integrada por La Chocolata, Omega y Pedro Navajas quienes enfrentaron a los malosos Mini Hator Mini Difunto y Tequilita quienes protagonizaron una emocionante batalla llena de lances, llaves, candados y marrullerías que mantuvieron prendidos a los aficionados apoyando a su tercia preferida en la contienda que al final se la llevaron los chicos malos.
Con la mecha de la emoción encendida en el ambiente toco el turno en el cuadrilátero a la tercia de leyendas regias integrada por Sergio “El Vaquero” Romo, Pancho Tequila y Ángel Dorado Jr., en contra los técnicos Nacho Libre, Obsesión y Alberto 2 Ríos.
Experiencia, técnica y mucha interacción en los luchadores con los aficionados se vivieron a lo largo de los tres episodios de la pelea, donde la espectacularidad se hizo presente a través del lance desde la tercera cuerda realizado por Nacho Libre, quien a pesar de su gran peso voló por los aires para caer sobre la humanidad de Ángel Dorado Jr., quien lo recibió recostado sobre la lona, donde sus compañeros rudos Tequila y Romo golpearon en forma no permitida a “Nacho” provocando la descalificación y el triunfo para los técnicos.
El momento exótico llego a una Arena Casa Bella encendida de la emoción, cuando el sonido local anunció el arribo de la tercia de los “chicos bellos”: Dulce Canela, Larry Miranda y Erika Sotelo quienes enfrentarían a los “machos rudos Golden Boy, Silencio y Súper Jazz.
Vinieron entonces 20 minutos llenos suspiros, arañazos, jaloneo de cabellos, muchos besos, espectaculares lances e intenso coqueteos por parte de los exóticos gladiadores que por momentos hacían dudar de su virilidad a sus rivales ya que por momentos parecían caerían rendidos en sus brazos.
Finalmente los representantes del sexo fuerte hicieron valer su condición al ganar dos de las 3 caídas de la contienda que sacó una gran dosis de sonrisas a los aficionados.
Y llegó el momento esperado la lucha estelar de la noche y las luminarias se centraron en el cuadrilátero a donde arribaron el Difunto, Bengalí y el hijo de la leyenda de Gómez Palacio Chacho Herodes Jr., quienes le harían la noche difícil a los técnicos Ángel Justiciero, Rico Rodríguez y el Último Ninja.
Iniciaron los primeros trazos de los que sería una feroz batalla, con un Chacho Herodes queriéndose imponer al Ángel Justiciero y un Bengalí apelando a la autoridad del promotor Gerardo Guerra Lozano para evitar que el respetable lo dejará de confundir con la “Excelsa” la trabajadora doméstica de la Familia Peluche” y un Rico Rodríguez enfrascado con el Difunto.
El final de la primera caída llegó y con ello el triunfo la tercia de Justiciero, Rodríguez y el Ninja, lo que provocó una fiera reacción de los rudos quienes arriba y abajo del ring persiguiendo a sus rivales quienes trataban de encontrar refugio entre los asistentes hasta lograr la victoria del segundo episodio.
Con la decisión aún en el aire dio comienzo la última parte de la pelea donde ninguno de los protagonistas cedía en su búsqueda de la victoria la cual favoreció a los técnicos ante una Arena Casa Bella ardiendo de emoción tal y como día a día lo hace cuando sobre su sintético rueda el esférico que da vida al deporte de la “pelota caliente” y al fútbol 7 que deleita a cientos de deportistas y aficionados quienes en esta ocasión cedieron nuevamente ante una noble causa del deporte hermano de fútbol americano infantil, practicado por los Potros de la Anáhuac.